Europa

Capital Europea de la Cultura 2024

Bad Ischl, un tesoro imperial a los pies de los Alpes

En el corazón de la región de Salzkammergut, se esconde una ciudad termal que fue refugio para la emperatriz Sisí

Vistas de Bad Ischl desde el Rio Traun
Vistas de Bad Ischl desde el Rio Traun / www.badischl.at, Daniel Leitner

En el corazón de la región austriaca de Salzkammergut, a los pies de los Alpes, y a tan solo 50 km de Salzburgo, se esconde una ciudad con historia y encanto a partes iguales. Bad Ischl, con su distinguida reputación como destino de recreo, ha sido durante mucho tiempo el refugio preferido de emperadores y aristócratas. Este año, Bad Ischl ostenta el título de Capital Europea de la Cultura 2024, un honor que destaca su rica herencia cultural y su vibrante escena artística.

Bad Ischl es una pequeña localidad de poco más de 13.000 vecinos. Sus calles acompañan al Rio Traun en su camino y han sido testigos de un pasado imperial. Desde que el emperador Francisco José I y la emperatriz Sisí eligieran esta ciudad a principios del siglo XIX para disfrutar de sus veranos, Bad Ischl tomó la merecida fama de oasis de descanso y ocio siendo un gran reclamo para la burguesía y la nobleza austriaca, y posteriormente para celebridades internacionales. 

Tal como revela su nombre, Bad Ischl (en alemán, “isla de baños”) ha sido, además, un gran destino debido a sus aguas termales. La historia de la región de Salzkammergut ha estado históricamente vinculada con la industria de la sal. Desde su extracción en las minas hasta el transporte a través de ríos y lagos, la sal ha desempeñado un papel crucial en el desarrollo económico de esta región. 

Los imprescindibles de Bad Ischl

A pesar de su modesto tamaño, Bad Ischl ofrece una variedad de atracciones imprescindibles. Probablemente, el monumento más emblemático de la ciudad sea la Kaiservilla. Esta villa imperial fue testigo del histórico enlace entre el emperador Francisco José I y la emperatriz Sisí, un acontecimiento que marcó la historia de la monarquía austrohúngara. Regalada por la archiduquesa Sofía, madre del emperador, a la pareja por su matrimonio, esta villa se convirtió en un refugio de paz y serenidad para la emperatriz Sisí. 

Vista de la entrada principal a la Kaiservilla en Bad Ischl

Vista de la entrada principal a la Kaiservilla en Bad Ischl

/ KHS, Wolfgang Spekner

Ahora, los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en la opulencia de la Kaiservilla y recorrer sus estancias. Los salones, conservados en su estado original, recogen objetos históricos como el escritorio en el que el mismo Francisco José I firmo la declaración de guerra de 1914. Los exuberantes jardines, meticulosamente cuidados, invitan a pasear y contemplar la belleza natural que alguna vez deleitó a la emperatriz.

La historia aristocrática de la ciudad se ve reflejada en una arquitectura imperial y ostentosa. De hecho, edificios como la Oficina de Correos, la Trinkhalle, la Lehár-Villa y el Kongress & Theaterhaus representan a la perfección este linaje.

Si hay algo imprescindible que hacer en Bad Ischl es probar sus dulces más típicos. La emblemática confitería Konditorei Zauner ofrece el popular Zaunerstollen, una mezcla perfecta entre obleas, chocolate con avellanas y turrón, un auténtico regalo para el paladar.

Naturaleza pura

Además de su rica historia imperial, Bad Ischl ofrece multitud de opciones para disfrutar de la naturaleza y desconectar de la rutina. Desde un apacible paseo por el área de Traunpromenade hasta emocionantes excursiones en bicicleta de montaña, los alrededores de Bad Ishcl son el escenario perfecto para recargar pilas y respirar aire puro. 

Subir al teleférico del monte Katrin es una alternativa más relajada pero igualmente espectacular. En el trayecto, y una vez en la cima, las vistas de los Alpes y los lagos de la zona son inolvidables, un paisaje inigualable que sumerge a cualquiera en la serenidad de la naturaleza austriaca.

Vista desde el monte Katrin hacia Bad Ischl

Vista desde el monte Katrin hacia Bad Ischl

/ Tourismusverband Bad Ischl, Daniel Leitner

Una excursión a Rettenbachalm ofrece una mirada fascinante a la vida rural tradicional de la región. Con sus paisajes pintorescos y su ambiente acogedor, esta aldea alpina es el escenario perfecto para adentrarse en la autenticidad de la región de Salzkammergut y aprender sobre sus tradiciones y costumbres.

Más allá de la aventura, una visita al EurothermenResort ofrece la oportunidad de relajarse en las aguas termales que han sido reclamo durante tantos siglos. Desde piscinas al aire libre hasta tratamientos integrales, este oasis es el lugar perfecto para completar la estancia en Bad Ischl. 

Salzkammergut, una región por descubrir 

Por primera vez, desde que se empezara a otorgar el reconocimiento de Capital Europea de la Cultura, este año no será solo una ciudad la que reciba el premio, sino que el titulo se extiende a toda la región de Salzkarmmergut conformada por hasta 23 municipios. 

Bad Ischl es el punto de partida perfecto para explorar lo que la región de minas de sal tiene por ofrecer: paisajes de cuento, historia milenaria y naturaleza sin fin.

Más información en www.austria.info/es

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