El túnel de carretera más largo del mundo: en Noruega y de 24,5 kilómetros

Si se le pregunta al viajero por el túnel más largo del mundo, quizá piense en el Eurotúnel. Y razón no le faltaría, ya que con sus 50 kilómetros es uno de los más extensos, junto a otros como el de Yamaten en Japón o el de Zhongnanshan, en China. Ahora bien, si lo que buscamos es el túnel de carretera más largo del mundo, la cosa cambia, ya que los mencionados son considerados túneles ferroviarios.

Nos trasladamos hasta Noruega para descubrir el túnel que une las poblaciones de Lærdal y Aurland a lo largo de 24, 5 kilómetros que transcurren bajo tierra y suponen todo un desafío para los conductores más aprensivos o que sufran de claustrofobia.

Construido entre 1995 y 2000, el túnel de Lærdal constituye la ruta perfecta para todos aquellos conductores que no quieren conducir por intrincados y abruptos puertos de montaña. Y es que hay que tener en cuenta que las temperaturas durante el invierno en Noruega pueden llegar a los menos 15 grados y pasar por un puerto con grandes capas de hielo en el pavimento puede ser una actividad de alto riesgo.

El túnel es uno de los muchos que se extienden a lo largo de la Ruta Europea E16 y está preparado para acoger unos 1000 vehículos al día. Gracias a su construcción, el entorno alpino sufre un menor impacto medioambiental, gracias a que la mayoría de los conductores prefieren recorrer esta magnífica obra de ingeniería.

El gran problema del túnel más largo del mundo

Más allá de las dificultades propias de construir un túnel de carretera en un terreno abrupto, el gran problema al que se tuvieron que enfrentar los ingenieros encargados de llevar a cabo la obra fue el de conseguir que los conductores no perdieran la concentración durante los poco más de 20 minutos que tardan en recorrer el túnel de carretera más largo del mundo.

Para evitar la monotonía al volante (y que esta pueda causar un descuido o accidente) el túnel de Lærdal incluye en su trazado ligeras curvas entre tramos rectos para que el conductor tenga que estar más activo. Además, cada 6 kilómetros se construyeron cavidades que, a modo de cueva, consiguen disminuir la fatiga visual y están adaptadas para que los conductores puedan parar si lo necesitaran.

La importancia de la luz en el túnel de Lærdal

Conducir a lo largo de casi 25 kilómetros bajo tierra puede ser bastante claustrofóbico y, precisamente para evitar que ningún conductor pueda tener problemas al volante, la iluminación del túnel juega un papel fundamental.

Las cuevas que se encuentran cada 6 kilómetros están iluminadas con luz azul y amarilla que dan la sensación de estar conduciendo a la luz del día. En otros tramos, podemos encontrar una luz dorada a ras de suelo hace que simula un amanecer. En definitiva, diferentes efectos visuales para que el conductor no pierda la atención y también pueda disfrutar durante el trayecto.

Ventilación y carriles sonoros

Para evitar que los conductores se queden dormidos, el túnel de Lærdal cuenta también con bandas sonoras en el pavimento que alertan de posibles despistes o desviaciones si se invaden otros carriles.

Otra gran problema a la hora de diseñar el túnel de carretera más largo del mundo fue el contar con una ventilación adecuada, ya que los tubos de escape generan gran cantidad de gases tóxicos. La solución fue crear un sistema de ventilación y purificación con grandes ventiladores que extraen el aire de ambas entradas del túnel. Los gases contaminados se expulsan a través de un gigantesco túnel de ventilación situado a unos 18 kilómetros de la entrada desde Aurland.

En definitiva, el túnel de carretera más largo del mundo es una interesante obra de ingeniería que pretende ayudar a los conductores a salvar un terreno abrupto y respetando un paisaje único, pero ofreciendo las condiciones de seguridad imprescindibles para que estos 25 kilómetros bajo tierra sean un paseo de lo más interesante.